Este diciembre ya no me recordó a ti,
no hubo una cena como excusa,
ni postre con final feliz.
Ya se cerro la puerta,
que antes dejaba de par en par.
No consigo echarte de menos
aunque tampoco te eche de más.
Solo quedaran un puñado de recuerdos.
Solo queda no volver atrás.
Solo espero no volver a escribirte,
cuando un “whatsapp” grite soledad.
Ahora que no me nublas los sentidos.
Que soy capaz de decirte ¡No!
Ahora sé que sentirme libre,
nunca fue cosa de dos.
A sabiendas que siempre fuimos claro,
El deseo fue mas grande que el error.
Tropezar en la misma piedra,
lo elegí solamente yo.
Porque fuiste una casualidad,
y te convertí en costumbre.
Porque fuiste una salida,
y después mi perdición.
Me aficioné a vivir en laberintos,
creyendo que eran caminos,
que había escogido yo.
Y me siento a escribirte estas palabras,
aunque sé que no fuimos una historia de amor.
Necesito poner un verso entre nosotros,
y por fin decirte … Adiós.
Irene López Gálvez